¿Alguna vez has sentido que eres un fraude? ¿Crees que tus logros son solo una cuestión de suerte? ¿Tienes miedo al fracaso? Si este es tu caso, puede que padezcas el famoso síndrome del impostor. En este artículo aclararemos qué es, cuáles son sus síntomas, tipos y tratamientos.
¿Qué es el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor, o síndrome del fraude, es un fenómeno psicológico que hace que las personas que lo padecen se sientan como un fraude. Estas personas no son capaces de reconocer sus logros o sus habilidades, a pesar de las evidencias que puedan tener. El síndrome del impostor puede mostrarse en varios ámbitos como el académico, el social o el laboral. Aunque cualquier persona puede padecer este síndrome, hay estudios que demuestran que es más habitual en grupos minoritarios.
Síntomas del síndrome del impostor
Cada persona puede experimentar diferentes síntomas, algunos de ellos recogidos por el NIH son:
- Falta de confianza en uno mismo.
- Miedo al fracaso.
- Miedo al éxito.
- Rechazo de nuevas oportunidades.
- Perfeccionismo.
- Constante comparación con otros.
¿Cuáles son sus causas?
Al igual que con los síntomas, para cada persona puede haber causas diferentes. Estas son algunas de las causas comunes:
- Entornos competitivos
- Experiencias de la infancia
- Comunidades marginalizadas
- Estereotipos
¿Cómo nos afecta?
El daño que puede causar este síndrome puede ser tanto personal como profesional. Una persona que sufre síndrome del impostor puede dejar de exponerse a nuevas situaciones, tomar riesgos o de avanzar con sus planes.
Los 5 tipos de síndrome del impostor
Según un estudio realizado por la Dra. Valerie Young, existen 5 tipos de síndrome del impostor o síndrome del fraude:
El perfeccionista
En este caso, el paciente cree que a menos de que sea absolutamente perfecto, podría haberlo hecho mejor. Las tendencias perfeccionistas hacen que el que lo sufre crea que no es tan bueno como los demás piensan que es.
El experto
El experto se siente un fraude por no saberlo absolutamente todo sobre un tema en particular. Al tener aún cosas por aprender, no siente tener el conocimiento suficiente para ser un «experto» en el tema.
El genio natural
El paciente que padece el tipo «genio natural» del síndrome del impostor, está convencido de que no es naturalmente inteligente o competente. Si no consiguen algo a la primera o aprender algo les cuesta más de lo que ellos consideran normal, se sienten un fraude.
El solista
Los solistas cuestionan sus habilidades y logros cuando han necesitado de ayuda para conseguir algo. Estos pacientes creen que si requieren de cualquier tipo de ayuda son un fraude.
La superpersona
En este caso, el paciente tiene la necesidad de ser el más trabajador, el más habilidoso o el que más logros consigue. De no cumplir estos estándares que ellos mismos se ponen, se sienten impostores.
Cómo tratar el síndrome del impostor
Estos son los tratamientos recomendados para el síndrome del impostor:
Psicoterapia individual
La terapia individual puede tratar la raíz de los problemas que han causado este síndrome. Se reevalúan las causas, roles o mensajes negativos para aprender a gestionarlos.
Terapia grupal
Hablar en grupo con otras personas que padecen este síndrome puede ser de mucha ayuda. Esto hace que el paciente se dé cuenta de que no está solo, y mediante esta comunidad se proporciona confort, perspectiva y motivación.
Terapia cognitivo-conductual
Este proceso implica cambiar patrones de pensamiento negativos. Se trabaja en mejorar la autoestima, ayudando a los pacientes a reconocer y valorar sus propios logros y habilidades.
Conclusión
Como habéis podido ver, el síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que puede manifestarse en cualquier persona. Si tienes alguna duda o crees que puedes estar sufriéndolo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de ayudarte.
Nos vemos en el próximo artículo.